sábado, 16 de noviembre de 2013

GOLPES DE CAMPEÓN

En esta entrada os dejamos una entrevista realizada por el periodista Héctor Madrigal para el diario La Tribuna de Cuenca el día 15 de noviembre de 2013.

Desde estas líneas queremos dar las gracias tanto a Héctor como al diario La Tribuna por hacer posible este reconocimiento a nuestro campeón y dar a conocer nuestro deporte.

He querido dejar la entrevista tal y cómo se publicó en la página web del periódico, por eso no tiene el formato del resto de entradas.

Por otro lado quiero hacer visible ya que no ha salido en la entrevista y me consta que así lo quiere Ivan (ya que lo comentó en la entrevista) la importancia que ha tenido para nosotros la persona de Pablo Ortega Álvarez, maestro nacional de Wu Shu, gran entrenador de San Da y amibo personal, sin él todo esto no hubiese sucedido. Vaya para el también mi reconocimiento.

Golpes de campeón

Héctor Madrigal - viernes, 15 de noviembre de 2013

El conquense Iván Marcos Gómez es todo un referente en San Da tras conquistar seis títulos nacionales en amateur

Seis títulos de campeón de España avalan la impecable trayectoria de Iván Marcos Gómez. A sus 36 años, este disciplinado luchador conquense es todo un referente en nuestro país en San Da, un arte marcial chino que deriva del Wu Shu en el que se pueden utilizar puños, patadas y proyecciones. Todo un espectáculo.
Iván, que entrena a las órdenes de su hermano Jorge en el Club Lao Jia Wu Shu,  descubrió este deporte hace 10 años en unas jornadas celebradas en Toledo que le animaron a realizar un curso de iniciación en Galicia. «Empecé bastante tarde a competir en San Da, que hoy en día todavía es muy desconocido en nuestro país. Me ayudó mucho haber practicado judo a las órdenes del profesor Ángel Millán y estar seis años en una escuela de boxeo de Madrid. Allí pude mejorar el trabajo de puños y coger la distancia óptima con el rival. Además, mis conocimientos de muay thai me sirvieron para progresar», explica.
Adaptarse al boxeo chino, como también se conoce esta modalidad, no resulta nada fácil, sobre todo porque «el San Da es un combate inteligente en el que no tienes que entrar necesariamente en un intercambio de golpes, sino que puedes derribar al contrario o cortar sus patadas con la distancia. Es una disciplina muy estratégica y técnica en la que la evolución es más lenta. Condiciona mucho, por ejemplo, que te puedan coger la pierna».
La dureza también está presente en los entrenamientos. Una buena preparación es fundamental para aguantar los tres asaltos, cuya duración es de dos minutos, aunque el tiempo se va parando durante la pelea. «Cuando compites necesitas hacer carrera para ganar resistencia aeróbica. Pero, sobre todo, trabajamos manoplas, proyecciones y combates con la ayuda de mis compañeros. El objetivo es ganar mucho ritmo. En total, entreno unas tres horas diarias durante seis días a la semana para llegar bien a los torneos. Tienes que cuidarte mucho porque es un deporte muy duro y lesivo. Al final, te acostumbras a sufrir», resalta.
Velocidad y pegada. Una de las grandes cualidades de este luchador conquense, que combate en la categoría de 85 kilos, es su velocidad y pegada. Virtudes que le han permitido alcanzar la gloria en los Nacionales de Madrid y conquistar el Internacional de Ourense. «Un buen trabajo de lucha es clave para poder sobresalir y hacerse un hueco, aunque lo fundamental es tener una buen golpeo y ser rápido. Son cualidades que vas puliendo con el paso del tiempo, conforme vas adquiriendo una mayor experiencia», indica.
Invicto esta temporada, con diez victorias sobre el tatami, el capitalino reconoce que se encuentra en su mejor estado de forma. Así lo corroboran sus últimos triunfos en Italia y Portugal: «Me sentí muy cómodo. Creo que este año he evolucionado más que nunca. Soy una persona muy temperamental que trata de dejar los nervios a un lado cuando tengo que competir. La condición física se nota mucho».
La falta de patrocinadores es el principal handicap a la hora de practicar este deporte. Esa falta de apoyo económico le obligó a renunciar al Campeonato del Mundo de Malasia. «Fue una pena no poder asistir porque es mi último año y me veía preparado. Sin embargo, la Federación de Judo no nos pudo ayudar y era imposible costearse el viaje», enfatiza Iván, quien medita la retirada: «Tengo ganas de seguir adelante porque no llevo acumulado mucho desgaste. El problema es que no hay competiciones oficiales y tal vez sólo participe en veladas. También estoy barajando la posibilidad de ir al Campeonato de España de Kick Boxing, pero corres el riesgo de sufrir una lesión al entrenar tan duro».
El luchador del Club Lao Jia Wu Shu, que se inspira en la fortaleza del español Alfonso Valcárcel y el ruso Muslin Salikhov para seguir progresando, es todo un referente para las jóvenes promesas de la ciudad, como David Soriano, José Arias, David Algarra y los hermanos Melero. «Tienen todo nuestro apoyo y asesoramiento para poder seguir adelante», subraya Iván Gomez. Un campeón que siempre mantiene los pies en el suelo.